Medalla del Espíritu Santo y la Virgen del Carmen con el Niño. Mide 6 x 3,5 cms. La Corona en el valier y su forma ovalada le dan un look muy especial.
Sobre el Espíritu Santo: El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, que procede del Padre y del Hijo.
Jesucristo prometió a los apóstoles que les enviaría el Espíritu Santo, el cual les recordaría y les ayudaría a entender todo lo que Él le había dicho.
El día de Pentecostés, estaban todos los Apóstoles reunidos en un mismo lugar, y de repente se produjo un ruido del cielo, como de un viento impetuoso que llenó toda la casa donde residían. Aparecieron lenguas de fuego como divididas que se posaron sobre cada uno de ellos.
La acción del Espíritu Santo en los Apóstoles los hizo fuertes, audaces y santos para anunciar el Evangelio con fidelidad a todo el mundo.
La Iglesia quedó constituida en templo del Espíritu Santo; Él la santifica y hace que los bautizados se unan a la Santísima Trinidad.
¿Quién es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, que procede del Padre y del Hijo, quienes lo enviaron al mundo para vivificar y santificar a los hombres.
¿Cuándo envió Jesús el Espíritu Santo a su Iglesia?
Jesús envió el Espíritu Santo su Iglesia el día de Pentecostés, en forma de lenguas de fuego, sobre los Apóstoles y María Santísima.
¿Qué indicaban las lenguas de fuego?
Las lenguas de fuego indicaban que el Espíritu Santo venía a santificarnos por medio de la luz de la verdad y el calor del amor.
¿Cómo nos santifica el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo nos santifica por medio de la gracia, de las virtudes y de sus dones.
¿Qué son los dones del Espíritu Santo?
Los dones del Espíritu Santo son disposiciones permanentes, infundidas por Dios, que hacen al hombre dócil, para seguir los impulsos del Espíritu Santo.
¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?
Los dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.
Sobre la Virgen del Carmen:"También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia". Juan Pablo II
Recursos sobre Nuestra Señora del Carmen: